"La soprano coloratura de hermosa materia prima, aunque no grande, puso enamorada sensibilidad con el brillo diamantino en su aria «In trutina» y singularmente estuvo inspirada, sutil y etérea en los melismas de «Siqua sine», «Stetit puella», con su fraseo tan celestial como primoroso. En los tres compases de «Dulcissime» quedó manifiesto su gorjeo de coloratura.”